Cristian Rodríguez Jiménez es criminólogo y maestrando en Estudios Avanzados en Terrorismo: análisis y estrategias. Se ha desarrollado como Detective Privado en España y Latinoamérica. Es investigador académico y docente universitario en el área de la Criminología, Terrorismo Internacional, Crimen Organizado y Seguridad. Asimismo, realiza asesorías a instituciones en el ámbito público y privado en materia de Seguridad. Autor de varios artículos relacionados con la Criminología y la Seguridad. Además, autor del libro «Snuff Movies: filmando a la muerte», publicado en la Editorial Sekotia.
Primera pregunta obligatoria, Cristian ¿por qué estudiaste Criminología?
La respuesta rápida sería por pasión y vocación. Pero profundizando un poco más sobre la elección de estudiar esta bonita carrera, trabajé durante más de 12 años como Auxiliar de Enfermería, donde me he desarrollado en diferentes áreas, pero mis últimos 8 años fueron en Emergencias y Cuidados Intensivos. Por lo que buscaba nuevos retos profesionales y personales, ya que llegué a mi techo como profesional. Por lo que decidí acceder a la prueba de mayores de 25 años y en mi mente tenía 3 opciones universitarias, que eran Medicina, Psicología y Criminología. Estudié todas las opciones, entrevisté a varios profesionales de las tres ciencias y después de analizar los pros y los contras de cada una, me decidí por Criminología. También cabe destacar, que no tomé mi decisión por las famosas series de CSI o Mentes Criminales. Es decir, que me enfoqué en las funciones que puede tener un criminólogo y con su especialización posterior. Además, siempre me ha apasionado la parte cognitiva y conductual de un individuo que ha decidido tomar una vía delictiva, lo que conocemos como «criminogénesis». Es fascinante desde una perspectiva preventiva, conocer, analizar y definir esos factores de riesgo y vulnerabilidad, para buscar soluciones practicas y necesarias.
De hecho, ya en la carrera, me seguí enamorando de la Criminología, ya que podemos decir, que tenemos una ciencia multidisciplinar, que puede adaptarse a varios escenarios y con diferentes enfoques. Si nos ponemos a analizar, los diferentes contextos y partiendo que el objetivo de la Criminología es prevenir el delito, se puede trabajar muchos escenarios para prevenir esa conducta criminal, incívica o antisocial. Sin embargo, a pesar de que seamos una ciencia multidisciplinar, también necesitamos de una formación adicional y que nos ayude en especializarnos en esa área que queramos trabajar.
¿Cómo crees que estudiar Criminología te ha ayudado en tu carrera profesional? ¿Cómo has aplicado tus conocimientos de forma práctica en tu profesión?
Absolutamente en todo. Como ya hemos indicado anteriormente, poder conocer o definir factores de riesgo o que faciliten conductas delictivas o antisociales. Desde una perspectiva practica dentro de mi carrera profesional como criminólogo, me he desarrollado principalmente a la investigación privada, pero con un enfoque en el ámbito corporativo y de igual forma, al análisis de la seguridad urbana, lo que se conoce como CPTED o Prevención Situacional del Delito.
Por un lado, en el ámbito de la investigación privada en el ámbito corporativo, pude entender factores de riesgo en ese entorno laboral y que pueda favorecer la comisión de un delito corporativo o la perdida de activos, que también puede estar asociado a lo que se conoce como merma. Es decir, que si te han contratado para investigar las perdidas de una tienda, puedes empezar analizando las cámaras del comercio y ver como está siendo la praxis de los empleados. A partir de ahí, puedes definir una estrategia de investigación, como poner cámaras en espacios con una visión nula o muerta. Todo esto bajo la legislación vigente del país donde estés realizando el trabajo y con esto, me refiero a que n vulnere la intimidad, ni la privacidad del investigado, como puede ser en espacios como el vestuario o los baños, ya que vulneraríamos esos derechos. Sin embargo, se pueden instalar estratégicamente en zonas públicas o comunes y describir el origen de esas posibles pérdidas. En ese aspecto, se puede observar que, en muchas ocasiones, las teorías criminológicas clásicas y modernas que nos enseñan en la universidad son aplicables en ese contexto, ya que siempre están presentes la teoría de elección racional, la teoría de actividades rutinarias, entre otras muchas. De igual, todos estos conocimientos de la universidad son aplicables para sugerir modificaciones o restructuraciones en este tipo de comercio y con el objetivo, de reducir las oportunidades y generar un control del entorno.
Por otro lado, como investigador en el proyecto de seguridad urbana en Chile, he tenido la gran oportunidad de conocer diferentes barrios de diferentes tipologías, como puede ser renta alta, medio, barrios vulnerables, comerciales, patrimoniales, etc. Con esto, pude observar como se puede prevenir el delito desde una perspectiva urbanista y como ciertos espacios, pueden ser un lugar idóneo para la comisión de un delito. Es decir, que haya un problema de iluminación o simplemente, la luminaria sea antigua y que no tenga tanto brillo, puede por un lado, favorecer la comisión del delito y por otro lado, que aumente la percepción de inseguridad en ese tipo de espacios. De igual forma, los espacios que no están recibiendo un mantenimiento, da una sensación de dejadez por parte de las instituciones responsables, lo que da un mensaje a la ciudadanía o al delincuente de turno, de que en ese lugar no hay vigilancia, ni cuidado. De hecho, la famosa teoría de las ventanas rotas se ve relajadísima en esos contextos. Por lo que, con varias estrategias simples y sencillas, se puede reducir la probabilidad de que se cometa un acto delictivo, incívico o antisocial.
Otro de los elementos aprendidos en la carrera y que he podido aplicar en Latinoamérica, es la falta de acceso a oportunidades, favorece exponencialmente a que alguien, ya sea un adulto o joven, que tome esa via delictive y se etiquete de por vida. Se puede analizar esos factores de riesgo y que son aplicados a la delincuencia común o el crimen organizado. Como los jóvenes pueden unirse a una banda juvenil u organización criminal, ya que el entorno o las instituciones no han hecho su trabajo y perdemos el horizonte de la prevención del delito. Todo lo que exponen, los estudios individuales o sociales, desde una perspectiva metodológica, ya sea en Criminología, Sociología o Psicología, lo he visto reflejado durante mi carrera profesional como criminólogo en Latinoamérica. Incluso, si lo aplicamos a un contexto de terrorismo internacional o global, sabemos que las metodologías de captación pueden ser similares, aunque tengan diferentes objetivos delictivos. Si somos capaces de detectar esos factores, podremos reducir el número de jóvenes captados y con ello, reducir la criminalidad y que un joven lleve encima suyo, que ha cometido un delito.
¿El mundo del terrorismo, la seguridad y el crimen organizado es también para los criminólogos? ¿Puedes explicarnos por qué?
Absolutamente sí. Considero que un o una profesional de la Criminología, puede desarrollar una carrera profesional en esas áreas ¿Cuál es el objetivo principal de la Criminología, a parte de analizar el delito, delincuente, víctima o el control social? Pues prevenir el delito o el desarrollo de esa conducta antisocial. De igual forma, la seguridad, ya sea privada o pública, busca prevenir esas acciones y proteger derechos y libertades de la ciudadanía. Sin tampoco olvidarnos de las obligaciones de cada uno de nosotros ¿Por qué el criminólogo o criminóloga no puede especializarse en seguridad? De hecho, es un binomio que llevan tiempo aplicando y que algunas carreras han incluido dentro de su plan académico. Cabe destacar que yo estudié Criminología y Ciencias de la Seguridad por dos simples razones. La primera fue por buscar una salida laboral, que fuese aplicable al finalizar mis estudios. La segunda, que esa posible salida laboral, me motivase a desarrollar una actividad laboral que me agrade o no me disguste. Por lo que obtuve la mención como director de Seguridad, Jefe de Seguridad y Detective Privado. La Criminología como ciencia es aplicable a otras ciencias y contexto, como puede ser la seguridad, el terrorismo y el Crimen Organizado.
En el caso del Crimen Organizado y relacionándolo a la pregunta anterior, podemos detectar factores de riesgo que favorezcan la captación de jóvenes y aplicar una metodología científica que nos ayude a entender que está sucediendo, para desarrollar un plan de actuación y basándonos en los hechos, los resultados y en la metodología utilizada. No olvidemos que somos una ciencia empírica y eso significa que debemos basarnos en lo observable. Por lo que, si analizamos que en cierta comunidad, se están captando jóvenes, hay una deserción escolar considerable, aumenta acciones violentas y va acompañada de una percepción de inseguridad de la ciudadanía, pues algo está ocurriendo. Del mismo modo, si tenemos detectada la organización criminal, conocer cuales están siendo los negocios lícitos e ilícitos de la misma, y desarrollar un plan de actuación. Me ocurrió en un barrio en concreto, que está tomado por el crimen organizado y donde la tensión social, estaba presente desde el momento que accedes al barrio. Ves una sobrevigilancia de los vecinos, espacios públicos deteriorados, miradas con temor y desconfianza. Se le añade que el municipio, ni la seguridad pública, no tiene mucha presencia en el entorno y cuando entrevistas a los vecinos, normalizan que jóvenes porten armas de fuego y que se armen balaceras en diferentes puntos del barrio. En este caso, la Criminología tiene acceso, ya que puedes detectar actores, identificar las carencias estatales y públicas, puedes detectar fortalezas y debilidades, tanto del Estado, como de las organizaciones criminales. Además, de desarrollar una estrategia que no sea únicamente de seguridad, sino también de recuperación de espacios públicos, actividades para la comunidad y de demostrar que el Estado se preocupa de sus ciudadanos.
Lo mismo sucede con el Terrorismo Internacional, ocurre algo semejante como con el Crimen Organizado y es que los jóvenes que van a ser captados presentan una serie de factores que pueden ser determinantes para que se unan a las filas de una célula u organización. Por lo que se puede desarrollar actividades en espacios públicos y con grupos vulnerables, para que se genere una sensación de pertenencia y arraigo en la comunidad. De hecho, el terrorismo se tiene que combatir desde dos perspectivas, siendo una la seguridad y la otra, la social ¿Por qué se han radicalizado jóvenes de segunda y tercera generación? ¿Por qué se han radicalizado jóvenes europeos y se han desplazado a las zonas de conflicto, para unirse a las filas del Estado Islámico? Porque el mismo Estado Islámico ha hecho un trabajo de Inteligencia y ha visto nuestras carencias, para generar una estructura de ingeniería social brillante. La Criminología tiene un trabajo importante para detectar esos factores de riesgo, procesos de captación y radicalización. Ese trabajo lo puede realizar, ya sea como analista de inteligencia y enfocarlo desde la seguridad, como profesional de las ciencias sociales y trabajar en la comunidad, para prevenir o tratar esos procesos de radicalización. En definitiva, la Criminología tiene salida profesional en muchos escenarios.
¿Hay alguna otra área del mundo de la Criminología que te interesaría estudiar o desempeñar profesionalmente en un futuro?
En este instante, estoy a la mitad de un máster maestrando en Estudios Avanzados en Terrorismo y me apasiona esta especialización que he tomado. Cuando estudiaba el grado en Criminología, estuve durante esos años de carrera y alguno más, al finalizar la carrera, que me cuestionaba el camino que quería tomar y entre ellos, está el Terrorismo, la Seguridad, entre otros. Por lo que tomé este camino y que, en este momento, no me arrepiento absolutamente de nada. Porque se puede hacer mucho como criminólogo, puedes enfocarte en el área de la seguridad o en el social. Es decir, como director de seguridad o analista de inteligencia o también, en trabajar con la comunidad, ya sea con personas que están en un proceso de radicalización o víctimas de terrorismo. Me encantaría poder enfocarme en el análisis de inteligencia y más concretamente, en el ámbito del terrorismo internacional, ya que estamos en un momento muy complejo desde la seguridad nacional e internacional.
No obstante, si no estuviera enfocado en esa área, me desarrollaría en el estudio y análisis de la salud mental, para poder mejorar esta problemática social que está más presente desde hace unos años atrás. No únicamente para evitar problemas que estén asociados a la seguridad, sino para poder ayudar a personas que estén en un proceso complejo y echarles una mano para que mejoren su situación cognitiva. En ese aspecto, creo que estoy muy influenciado por haber trabajo en el mundo sanitario y que es inevitable no ayudar a quien lo necesite.
¿Qué opinas sobre la Ley que se está intentando sacar adelante desde los Colegios Profesionales de España para regular nuestra profesión? ¿Cómo está la situación profesional en Chile para los criminólogos?
Completamente necesaria, porque cada año egresan miles de alumnos en los grados de Criminología. Hay un éxito de inscritos en las universidades, pero hay una gran dificultad para que un recién egresado pueda acceder al mundo laboral. Aquí hay un enorme trabajo de los colegios, como de las asociaciones de Criminología, para visibilizar la realidad laboral y lo que podemos hacer como profesionales. De igual forma, el primer paso es que las instituciones tanto públicas, como privadas, reconozcan la Criminología y que busquen incluir en plantilla a estos profesionales. Por suerte, la situación ha ido mejorando progresivamente y se observa en las diferentes ofertas laborales, en distintas plataformas, que empiezan a incluir la Criminología dentro de los requisitos o simplemente, añaden ciencias sociales en general. Eso es un enorme paso, que no podemos negar. Sin embargo, el Estado si quiere mejorar la situación frustrante de los profesionales de la Criminología, debería incluirnos dentro de los profesionales que puedan acceder a ese empleo público, que pueda ser desde centros penitenciarios, sistema judicial, entre otros. Para evitar esa situación, donde exponen que sería intrusión laboral, quiero exponer que no todo es intrusismo laboral, debido a que tampoco no podemos ser “todólogos” aunque quisiéramos. Incluso el propio criminólogo, por muy multidisciplinar que sea, no puede abarcarlo todo porque es complejo tener un conocimiento absoluto de un tema en específico. Por lo que, por experiencia propia, trabajar en un equipo multidisciplinar e interdisciplinar, es un beneficio para toda la sociedad. No es únicamente para ese equipo de trabajo. Esto se debe a que he trabajado en un equipo que éramos, antropólogos, sociólogos, politólogos, criminólogos y trabajadores sociales. Es maravilloso conocer otras perspectivas que no contemplabas y de igual forma, poder aportar a ese trabajo de investigación. Por lo que insisto, que la Criminología tiene acceso al mundo laboral, tanto público, como privado y desde esa perspectiva de añadir a ese equipo.
En el caso de Chile, no existe la carrera de Criminología y los que hacen criminología, suelen ser otros profesionales que se han especializado y que desarrollan su actividad laboral. No existe una visión de Criminología como ciencia, sino más bien, como una especialización del profesional que este enfocándose en el ámbito de las ciencias jurídicas. Sin embargo, existen diferentes asociaciones de Criminología, pero no son específicamente de criminólogos.
¿Qué consejos les darías a las personas que quieren estudiar Criminología y, en especial, a las que quieren dedicarse al mundo profesional en el que estás desarrollando tus funciones?
Simplemente, que sigan el camino que quieren tomar, pongan todas las cartas sobre la mesa y que sean muy críticos y objetivos con ellos mismos. El camino no siempre es fácil y te encuentras muchas piedras por el camino. De igual forma, existen y aparecerán muchas variables en el proceso. En mi caso, he tenido muchísimos “noes” y muy pocos “síes”. Con esto ¿Qué quiero decir? Que el camino es muy largo y que tu vida no se va a ver determinada por una respuesta negativa. Claro que duele, te cuestionas tu vida e incluso, si puedes ser un buen profesional. Para empezar, somos más que una profesión, somos una persona con nombre y apellidos, con una vida y que no todo es trabajo, sino también, disfrutar de la vida. Porque la primera cosa clara que tenemos al nacer es que tenemos que morir. Es cierto que es muy nihilista, pero ante este pretexto, ya solo nos queda vivir y saber como quieres vivir tu vida. A pesar de que profesionalmente, puedo decir que trabajo como criminólogo, se que me van a decir que no en muchas ocasiones o simplemente, nunca tendré una respuesta. Puede incluso a llegar a ser decepcionante. Pero eso no me va a hacer mejor, ni peor profesional. Por lo que te recomiendo, que te tomes la Criminología como la vida misma, un camino el cual tienes que aprender a recorrerlo, tanto solo, como acompañado. Pero como aprendí de una gran criminóloga que admiro, simplemente con verla trabajar y exponer en sus clases, aprendí que “hagas lo que hagas, hazlo, pero con pasión”.
En este caso, invito a que busquen una especialización o un área que les apasione o les llame la atención. Que pregunten a los profesionales que lo han estudiado o están ejerciendo esa profesión. De igual forma, si eres un posible estudiante de criminología o estas dudando en que carrera quieres centrarte, pregunta sin dudarlo y que su testimonio o percepción de la profesión, te ayude a saber que camino quieres tomar.
Quiero darte mi más sincera enhorabuena por haber escrito recientemente un libro que ha publicado la Editorial Sekotia: «Snuff Movies: filmando a la muerte». Lo tengo ya en mi poder y estoy deseando leerlo. Cuéntanos, por favor, ¿por qué elegiste este tema? ¿has tenido dificultades a la hora de documentarte? ¿qué van a encontrar en él tus lectores? ¿cómo lo pueden adquirir?
Muchísimas gracias por tus palabras, Victoria. Espero que puedas disfrutarlo leyéndolo, tanto como yo de escribirlo. La temática siempre parece curiosa, ya que estamos hablando de una leyenda urbana que gira en torno en la existencia de una industria cinematográfica clandestina, dedicada a grabar a un agresor, mientras tortura, viola y mata a otra, con el objetivo de comercializar ese material audiovisual. Esta leyenda estuvo muy presente en la década de 1970 en adelante y debemos contextualizar, que no teníamos el internet de ahora. El editor de la editorial Sekotia, Humberto Pérez-Tomé, me propuso realizar un ensayo sobre la temática y ofrecer desde una perspectiva criminológica.
Sobre el ensayo, también cabe destacar, que detrás del concepto “Snuff”, se pueden tratar varios aspectos, como el interés en ver como una persona está siendo deshumanizada y formando parte de ese contenido audiovisual, que ha sido creado para entretener. Es curioso analizar, como el morbo lo tenemos actualmente, ya sea grabando un accidente, una pelea entre varias personas, o alguien que está a punto de suicidarse. Muchos de nosotros, en vez de coger el teléfono y llamar a emergencias, nos dedicamos coger el teléfono y grabar la escena, para luego compartirla entre nuestros contactos o a nuestros amigos. Esto me lanza a una hipótesis inicial, aunque el snuff movie sea una leyenda urbana, no dista mucho de la realidad. Más bien, la realidad siempre supera a la ficción.
De hecho, podemos encontrar en el libro, varias fenomenologías semejantes al concepto “snuff” y que están adaptadas a nuestro medio cibernético contemporáneo. Es decir, el uso de internet para visualizar este tipo de material violento. Por un lado, se habla de las habitaciones rojas en la darknet, que es un concepto muy semejante al snuff, pero que, si el usuario paga una cantidad de dinero en bitcoins, que puede ser un aproximada a 5.000 euros, podrá acceder a una sala en directo, donde podrá ver como alguien agrede deliberadamente a una víctima. Además, el usuario podrá interactuar a través de un chat, como si se tratase de un streaming en Twitch. Por otro lado, ha surgido hace pocos años otro fenómeno completamente terrible, como es monkey hate u odio al mono, que vendría a ser lo mismo que las red rooms pero torturando a un mono en páginas webs en la superficie de la internet, siendo esta, youtube o Facebook.
Asimismo, también se ha analizado otras fenomenologías sociales y criminales, como puede ser el terrorismo, tanto en la oleada religiosa, como la extrema izquierda o derecha. De como han utilizado internet para difundir su mensaje, mientras una parte de la sociedad, comparte ese material no por ideología política, sino más bien, por el morbo de ver material con una violencia visual muy alta.
Sobre la dificultad a los contenidos violentos, todo se ha realizado a través de internet, analizando mucho contenido violento, pero enfocándome no únicamente en ese material, sino en la reacción de los diferentes usuarios. Existen plataformas como 4chan, que si buceas en los diferentes foros, puedes contemplar hasta donde puede llegar ese proceso cognitivo en algunas personas. De igual forma, hay un factor adicional, como es el anonimato que te puede ofrecer internet, ya que puedes tener un perfil falso y explorar todas las necesidades más oscuras que puedan ocurrir en la mente de cualquier persona.
Para conseguir un ejemplar, puedes acceder a través de cualquier plataforma, ya sea la página de la editorial, Amazon, Casa del Libro, FNAC, Agapea, entre otros muchos medios. Además, puedes solicitar tu libro en cualquier librería local.