El 21 de enero de 2025, un agente de la Policía Local de Cangas de Onís admitió haber acosado sexualmente a una compañera de trabajo. Según la información disponible, el agente reconoció su conducta inapropiada y aceptó una sanción económica como consecuencia de sus acciones.
Este incidente pone de relieve la persistencia del acoso sexual en el entorno laboral, una problemática que, desde una perspectiva criminológica, requiere un análisis profundo para comprender sus causas, manifestaciones y consecuencias.
El acoso sexual en el ámbito laboral en España
El acoso sexual en el trabajo es una forma de violencia de género que vulnera los derechos fundamentales de las personas, afectando su dignidad, integridad y bienestar. Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019, el 2,1% de las mujeres de 16 años o más en España han recibido amenazas de consecuencias negativas en el trabajo si rechazaban propuestas sexuales.
Además, se estima que más de 1,4 millones de mujeres en España han sufrido acoso sexual en su entorno laboral. Sin embargo, solo un 3% de las víctimas denuncia estos hechos, lo que evidencia una significativa infrarrepresentación en las estadísticas oficiales y sugiere la existencia de barreras que dificultan la denuncia, como el miedo a represalias, la vergüenza o la desconfianza en el sistema.
Factores criminológicos asociados al acoso sexual laboral
Desde una perspectiva criminológica, el acoso sexual en el trabajo puede ser analizado a través de diversos factores:
- Dinámicas de poder: Las relaciones jerárquicas en el entorno laboral pueden facilitar situaciones de abuso de poder, donde el agresor utiliza su posición para coaccionar o manipular a la víctima.
- Cultura organizacional: Entornos laborales que toleran comportamientos sexistas o carecen de protocolos claros contra el acoso pueden propiciar la perpetuación de estas conductas.
- Normas sociales y actitudes: Actitudes sexistas y la normalización de comportamientos inapropiados contribuyen a la perpetuación del acoso sexual.
Consecuencias y medidas preventivas
Las víctimas de acoso sexual en el trabajo pueden experimentar una amplia gama de consecuencias, que incluyen:
- Efectos psicológicos: Ansiedad, depresión, estrés postraumático y disminución de la autoestima.
- Impacto profesional: Reducción de la productividad, ausentismo laboral y, en casos extremos, abandono del empleo.
- Repercusiones sociales: Aislamiento, estigmatización y deterioro de las relaciones interpersonales.
Para abordar esta problemática, es esencial implementar medidas preventivas y de intervención, tales como:
- Desarrollo de protocolos de actuación: Establecer procedimientos claros para la denuncia y gestión de casos de acoso.
- Formación y sensibilización: Capacitar al personal en materia de igualdad de género y prevención del acoso.
- Fomento de una cultura organizacional respetuosa: Promover valores de respeto y equidad en el entorno laboral.
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Fuente de la imagen: Onda Cero.